Impuesto de carbono
Un impuesto al carbono es una carga financiera impuesta sobre el contenido de carbono de los combustibles fósiles. Su principal objetivo es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero encareciendo los combustibles fósiles. De este modo, anima a las empresas y a los consumidores a cambiar hacia fuentes de energía más limpias. El impuesto suele aplicarse en varios puntos de la cadena de suministro, como la producción o la distribución. Los ingresos generados están impulsados por un propósito. es decir, financiar proyectos de energía renovable, reducir otros impuestos o redistribuir directamente a los ciudadanos.
Comisión de carbono y dividendo
El sistema de dividendos y tasas de carbono, también conocido como ingreso climático, impone una tasa sobre el contenido de carbono de los combustibles fósiles. Luego, redistribuye los ingresos a la población en forma de pagos regulares. Este modelo tiene como objetivo reducir las emisiones, manteniendo al mismo tiempo la estabilidad económica. Al devolver los ingresos directamente a los ciudadanos, se compensa el aumento del coste de los bienes y servicios debido a la tasa de carbono. Además, garantiza que los hogares de ingresos bajos y medios se beneficien o al menos alcancen un punto de equilibrio financiero. Este sistema se ha implementado en varias regiones, incluidas Canadá y Suiza.
Diferencias y beneficios clave
Uso de ingresos:
Impuesto de carbono: los ingresos se pueden asignar a diversas necesidades o proyectos gubernamentales.
Comisión de carbono y dividendos: los ingresos se devuelven directamente a los ciudadanos, manteniendo una postura neutral en materia de ingresos.
Impacto económico:
Ambos sistemas tienen como objetivo reducir las emisiones de carbono. Aun así, el enfoque de dividendos ayuda a reducir las posibles cargas económicas. Proporciona compensación directa a los hogares de bajos ingresos.
Implementación y efectividad:
Impuesto de carbono: es sencillo, pero puede enfrentar resistencia pública. Esto se debe a aumentos de costos percibidos sin beneficio personal directo.
Comisión y dividendo de carbono: Es más probable que obtenga aceptación pública, porque devuelve fondos a los ciudadanos. Compensando así el aumento de costes.
Conclusión
Tanto los sistemas de impuestos al carbono como de tasas y dividendos al carbono ofrecen métodos viables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La elección entre ellos depende de consideraciones económicas y sociales. La tarifa y el dividendo del carbono proporcionan una solución más equitativa. Aborda una compensación directa de los hogares por el aumento de los costos de vida debido al precio del carbono.